La frecuencia de limpieza de la casa puede variar según diferentes factores, como el tamaño de la vivienda, el número de personas que viven en ella, la presencia de mascotas y el nivel de actividad diaria. Sin embargo, aquí tienes una guía general sobre la frecuencia recomendada para limpiar diferentes áreas de la casa:
Diariamente o regularmente:
-
- Barrer o aspirar los suelos.
- Limpiar los mostradores y mesas después de las comidas.
- Lavar los platos y utensilios de cocina.
- Limpiar las superficies de uso frecuente, como interruptores de luz y manijas de las puertas.
- Vaciar los botes de basura.
Semanalmente:
-
- Pasar la aspiradora por todas las superficies y alfombras.
- Limpiar el polvo de los muebles, estanterías y adornos.
- Limpiar los espejos y las ventanas.
- Limpiar los baños, incluyendo inodoros, lavabos, bañeras y duchas.
- Limpiar la cocina a fondo, incluyendo el horno, la nevera y los electrodomésticos.
- Cambiar las sábanas y lavar la ropa de cama.
Mensualmente:
-
- Limpiar los marcos de las ventanas y las persianas.
- Limpiar las luces y las lámparas.
- Limpiar los filtros de aire y los ventiladores.
- Limpiar los electrodomésticos de cocina en profundidad, como el microondas o la cafetera.
- Limpiar los armarios y deshacerse de los artículos no deseados.
Estacionalmente o cada 3-6 meses:
-
- Limpiar las alfombras y tapicerías.
- Limpiar los conductos de ventilación y las rejillas de aire.
- Limpiar las ventanas por dentro y por fuera.
- Limpiar las cortinas y persianas.
Es importante recordar que estas son solo recomendaciones generales y que puedes adaptar la frecuencia de limpieza según tus necesidades y preferencias personales. Además, mantener una buena rutina de limpieza diaria y hábitos de organización puede facilitar el mantenimiento general de la casa y reducir la carga de limpieza en el futuro.
Pide tu presupuesto para la limpieza de su vivienda, local o negocio
Escríbenos sin compromiso para conocer todos nuestros servicios