¿Se pueden restaurar los suelos de baldosas?

Al igual que los muebles y otros elementos, los suelos también pueden restaurarse, y no de cualquier forma, sino con la delicadeza y paciencia con que se restauraría una verdadera obra de arte. En el caso de los suelos de baldosas, pueden renovarse completamente manteniendo las piezas originales.

Un suelo de baldosas sufre, como otros revestimientos, el desgaste del tiempo, la pérdida del color, pero particularmente, le afectan de forma especial las manchas de aceite, ceras antiguas, óxido o quemaduras por limpieza con decapantes o aguafuerte. Además, son propensas a posibles desconchones, incluso roturas, sin olvidar los arañazos.

 

Renovar un pavimento de baldosas cerámicas

Dependiendo del estado del suelo la tarea de restauración será más o menos laboriosa, en el caso de alguna baldosa suelta o rota, sólo tenemos que sustituirla por una idéntica, si las venden o las guardamos de aquellas que sobraron tras la obra o reforma. Pero si el daño o deterioro es general, por ejemplo, si se trata de una casa antigua que queremos reformar pero nos gustaría mantener ese suelo original, tendremos que restaurar todas las piezas cerámicas.

La técnica más usada es el pulido. Se pule el suelo mediante platos de arrastre provistos de segmentos de diferente grano, según el desgaste de las diferentes zonas.

Cuando el suelo está pulido,  se aplican productos para darle un acabado satinado o brillante, consiguiendo un tacto suave, más resistente y realzando los colores.

Después se puede aplicar un vitrificado, para dar el brillo elegido. Cuando el suelo esté bien seco y limpio de los restos de los anteriores productos, se aplica un impermeabilizante para asegurar su protección.

 

Si se quiere dar un nuevo color al suelo, habrá que pintarlo con las pinturas adecuadas, siempre antes de aplicar los productos de brillo e impermeabilizante. Antes de pintar se aplica un sellador sintético para que agarre bien la pintura, aunque tras el pulido, suele agarrar mejor. Las pinturas ideales para baldosas son las de tipo epoxi. Se puede usar rodillo de espuma o pincel ancho para su aplicación, dependiendo del tiempo y esmero que desees dedicar a la tarea.

En trabajos donde la restauración se lleva a cabo con mucho esmero, las baldosas se retiran una a una y se someten a este proceso de forma independiente con mucha dedicación. Así se arreglan desconchones, se pulen, se pintan y protegen de una en una y después se vuelven a colocar revistiendo un suelo que queda total y perfectamente restaurado, como nuevo, pero manteniendo su historia y su origen.

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